Obertura 1812

Hasta ahí todo normal. Lo curioso, lo para mi notable, ese pequeño detalle que se aparta de lo previsible y que para mi actúa como un imán al que acudo como un pez al cebo, lo que en suma me gusta contar, llegó cuando me disponía, sentado en un mullido y confortable sofá de cuero en una de esas Salas para los pasajeros con billetes de bisnes, a pasar dos horas antes de la salida del avión.
Encendí el portatil, abrí una lata de Nastro Azzurro y saqué del maletín al absoluto azar una de las películas DVD que llevaba para pasar el rato más entretenido. No estuvo mal la elección a ciegas. No tuve la oportunidad de ver la película en su día y me pareció el mejor sistema para hacer tiempo en esos momentos que, tras la euforia de ver concretadas tus expectativas, y el abandono del campo de batalla con la bandera conquistada, la serenidad (y un poquito de bajón) se abren paso y se apoderan de uno.
La historia se llama V de Vendetta, un comic de mi admirado Alan Moore que conocéis muchos. A grandes rasgos muestra un futuro no muy lejano en el que un gobierno fascista ha sometido a la vieja Inglaterra y un enmascarado se enfrenta al sistema para hacer justicia a través de ejecutar su propia venganza . En una de las escenas iniciales, el enmascarado vuela uno de los edificios del centro de Londres - el Bailey-, mientras que por el sistema de altavoces por donde normalmente se vomita propaganda y se avisa de la entrada del toque de queda, suena la Obertura de 1812 de Tchaikovsky. Lo mismo vuelve a ocurrir cuando , ya cerca del final, todo el Parlamento Británico, el símbolo de la opresión, estalla en una orgía de explosiones combinadas con fuegos artificiales.
Pero a mí, lo que de verdad me llegó de aquello, extractando inconscientemente de la película los que yo decía antes puñeteros y fascinantes detalles, fue la siguiente secuencia de datos: Una Obertura (sublime el amigo Tchaikovsky, claro), el símbolo de la opresión saltando por los aires, y una Vendetta ( mi, ya hoy, antigua empresa era Italiana).
Fue en ese momento cuando dí un traguito a la Nastro, me arrellané en el sillón y me salió instintivamente esa sonrisa que solo te sale cuando todo tu interior también está sonriendo. Que cosas, ¿no?.
4comments:
Sembrao, estás sembrao...
me alegro que todo saliera bien.
¿que cara pusieron tus ex?
Patapun, ya sabes que la libertad despierta la media neurona y se pone chula.....
Japasi , no les vi la cara porque les esquivé habilmente en el aeropuerto , pero no obstante sigo madurando lo del calvo cuando salga por la puerta para no volver........
Patapum, suerte la mía que recogeré la siembra xDDD
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