Mas delicias...

He empezado a cuidarme y a quererme bien y eso tiene sus ventajas. Normalmente cuando un hombre piensa en que no se encuentra muy bien, que se ha dejado un poco, y que ya esta bien, que se merece mas cuidado , y además en paralelo tiene noticias de un estupendo tratamiento completo de desintoxicación de su organismo, que seguramente redundará en ayudar a desintoxicar tambien su mente, tarda bastante en tomar la decisión pero, una vez cogido el toro por los cuernos , o si preferís el michelín por los dedos , somos como decía Mecano "peores que Napoleón" , y entramos a saco con todas las consecuencias.

Ayer empecé el citado tratamiento . He de confesar que llegué con un poquito de reservas. Es decir , entre ciertamente cortadillo por entrar en un centro de estética, ( que a mi siempre - mas que nada por no haber estado jamás en uno - me habían parecido un a modo de sancta-sanctorum femenino, protegido en la mayoría de ocasiones por amazonas, de esas que si entrabas en el templo te cortaban ...las intenciones) , y con bastante curiosidad malsana para ver que era aquello del "peeling con sales del mar muerto" , o la " termosauna con termoaromas"....

Bien, empezamos con una atenta señorita de cálida vocecilla enseñandome un vestuario masculino individual, con su baño y todo donde me dijo lo que debia ponerme. Es decir, me dijo donde estaba el albornoz, las chancletas y el tanga de papel. Yo dije que si como acostumbradísimo a ponerme albornoces y ....un momento ¿había dicho tanga?.

Ciertamente azorado voy, abro una bolsita discreta de plástico del tamaño de un paquete de tabaco del que extraigo un monísimo tanga azul oscurito con gomas de color blanco, efectivamente del mismo material que las mascarillas de los cirujanos, miro , remiro y vuelvo a mirar. Si , es un tanga. Antes de salir corriendo ( de nuevo me vence lo de la curiosidad malsana) , respiro hondo y me lo pongo. Ni me miro al espejo, no quisiera ver a mi único abdominal tapando las gomitas de los lados y me pongo el albornoz. Salgo resuelto a probar el peeling con la determinación acojonada de quien se tira por primera vez en paracaidas.

Pasada esta primera coña marinera, ( ¡¡¡ prueba superada, ya puedo ser boy si me quedo en paro sin complejos !!!! ), lo que vino después entiendo que será la envidia de muchos caballeros ( y señoras ) que aqui leen.

Me tumbo en una camilla mullidita , calentita, nada de frio, luces indirectas y atenuadas, Puccini sonando por los altavoces, y la chiquilla me da un masajito en las cervicales , muy suavemente, con un aceite de aromaterapia que huele de p*t*sima madre. Una vez que manifiesto mi interés por el contenido del aceite, entra otra señorita . Yo , pelin intrigado, se me ocurre preguntar timidamente : "¿ ejem...... ahora viene el peeling? ", y vaya si vino. Con sales del mar muerto recibo,primero boca abajo , luego boca arriba, un masaje a cuatro manos........ a cuatro manos ( waooooooooo) . Cuando estoy como Nerón contemplando el incendio de Roma, me dicen que va la termosauna con termoaromas . Me envuelven como una croqueta en un plástico y me tapan con la mitad de la manta sobre la que estoy tumbado. Es mas una empanadilla o un crêpe que una croqueta, aunque la sensación con toda la sal del Mar Muerto extendida por el cuerpo si la recuerda vagamente. Diez minutos de calorcito. Me quedo casi frito ( como una auténtica croqueta ) y entran a decirme que ahora a la hidroterapia.....

¿Hisdrofterapfia? , digo como si estuviera colocado ( la sensación es parecida ) , y sigo obedientemente a la chiquilla. Me introduzco en una bañera con el agua a 45 grados justos , la luz superténue, y ella echa líquidos dentro ( mas aromas ) y pone en marcha los motores del hidromasaje .... un cuarto de hora en el que visité Marte , Júpiter y creo que hasta Alfa-Centauro.... Dios, si hasta casi levito.....

Bueno , pero la cosa no había acabado todavía . "¿ pero todavia seguimos?"-dije yo- "Si"- dijo la chica- "ahora queda el masaje drenante linfático ". Se me quedó cara de haba, pero me volví a tumbar en la camilla después de secarme ( y ponerme otro tanga, ya me daba igual que fuera incluso de encaje) a recibir el citado masaje . De nuevo con aceites aromáticos, de nuevo ( ¡¡¡¡¡ tomaaaaaaaa!!!!!) a cuatro manos.

Una vez hube alcanzado el Nirvana y la revelación ( eso es para otro post ) , la cosa se acabó. Juro que ni se como llegué a la salida y perjuro que no sé como llegué conduciendo hasta casa, pero llegué.

Mañana tengo otra . No la misma pero parecida. Y lo mejor de todo esto es que el tratamiento es de ..... 32 sesiones.

Entiendo vuestra boca abierta y esa mirada aviesa, de verdad. Ya os seguiré contando.Creo que al alcanzar la revelación puede convertir esto en un best seller........