Cumbres borrascosas

Tenemos tiempo raro este verano. Es decir , no hace calor de justicia, empero no se puede bajar a la piscina a riesgo de enfriarse, y, al menos en mi zona, a eso de la hora en que yo podía darme un remojón, durante Junio y buena parte de Agosto se levantaba un viento del carajo, que ha rematado a finales de mes, concretamente ayer y hoy en cielos cubiertos y lluvia. Lluvia de esas de verano , de las que refrescan pero no enfrían, las que dejan ese olor característico de la tierra mojada, tan delicioso ,¿por que coño nos gustará tanto? , ( un amigo que cree en la reencarnación tenía una teoría, según la cual el olor a tierra es tan familiar porque cada vez que la palmas, te mezclas con ella, y por tanto forma parte de ti - desconozco si se había tomado algo mas fuerte que la birra que sostenía ese día, pero lo decía muy serio- ý por tanto de ahí viene que a la mayoría de los humanos nos guste el olor a tierra mojada), lluvia en fin mas agradable que desagrable, mas amigable que fastidiosa.

Dejando aparte teorías enunciadas con mas de diez cervezas encima, la visión de la Sierra que puede advertirse desde mis ventanas abiertas me trae a la memoria infinitos recuerdos del fin de verano, de épocas de fiestas de pueblos, un jersey finito para por las noches, acabar definitivamente las zapatillas de deporte del año pasado y, en suma, deseos de apurar hasta el último momento las vacaciones. Es bonita, me alegra la vista y el corazón y a la vez me trae una cierta tristeza porque aunque quisiera, no sería capaz de sentir lo mismo que entonces.

Ahora me huele a vuelta al trabajo, a corbata , a usar de nuevo los calcetines ( odio ese momento ), al retorno a la rutina, a lo previsible, a los resultados, a descontar el tiempo que queda hasta el próximo verano.

Aunque eso puede paliarse, solo hay que escuchar a Kate Bush ( que no tiene la culpa de apellidarse así ) , a la fascinante voz de esta inglesa que me acompañó en algunas de esas tardes. La historia, la de Heathcliff y Catherine en sus Cumbres Borrascosas que un dia imaginó Emily Bronthe no tiene nada que ver con esas sensaciones, la melodía si .

Con ella os dejo. Feliz viernes.